A veces hay más amor en la intensidad de un portazo, que en la suavidad de un te quiero, en el azote de un insulto, que en el halago de una palabra amable. Si solo eres capaz de ver con el corazón, jamás podrás oír con la mirada.
Yo subía las escaleras de su cuerpo,ella se tiraba de mi abismo.Hacíamos una buena pareja.Siempre nos encontrábamos a medio caminode su caída y de mi ascenso y daba igual todo, que subiéramos o bajáramos. Lo importante era que en algún punto,aunque fuera breve,ella y yo nos encontrábamos. Eso es la poesía.